¡¡¡TRIBUNA LIBRE!!!

 Opina: Carmen Sánchez (Círculo de Oración y Vida Betania) (Parte II)

Si habeis leido mi anterior post ya sabeis que dejé pendiente un tercer comentario. Pués bien, este lo leí en la sección de cartas al director de un periódico. Como habreis observado, el tono de los comentarios anteriores era un tanto jocoso;este,en cambio, sé que me va salir más serio porque cuando lo leí me produjo una enorme tristeza.

Escribe una lectora: "A estas alturas de la pelicula dejen ya de hablar de la eutanasia, que hay enfermedades incurables y dejen a cada uno con su conciencia”.(Menos mal que dijo eutanasia y no el dichoso eufemismo “derecho a morir dignamente”).

 Me causó tristeza porque desde que se aprobó la ley de la eutanasia, me hago muchas preguntas y la seguridad y la rotundidad de esta señora no dejan de asombrarme. ¿Película?

¿Que clase de sociedad somos para que la solución a una enfermedad incurable sea el suicidio asistido (porque eso es la eutanasia, llamemos a las cosas por su nombre).

De un tiempo a esta parte parece como si la conciencia y la moral estuvieran dictadas por las leyes civiles y los supuestos derechos que los políticos y gran parte de la sociedad asumen como buenos. Y yo me pregunto:

¿No hay contradicción cuando se está alertando del incremento de suicidios por causa de enfermedades mentales y se pide sensibilidad y aumento de medidas asistenciales y económicas para poder ayudar a las personas que sufren, y, por otro lado se aprueban leyes que promueven la muerte?.

Comentaba una persona, no sin razón, que por qué debería impedir el intento de suicidio de alguien si supuestamente la ley concede este derecho. Porque no nos engañemos, lo de enfermedad incurable es la rendija por la que se pretende modelar la conciencia y la moral para adaptarla a la ley y no al revés para así, poco poco, ir diluyendo los valores cristianos que, pese a quien pese, han sido los fundamentos de la cultura occidental.

¿Qué clase de moral y conciencia es la que no piensa que la vida del ser humano sano, enfermo, joven, viejo o discapacitado es digna de ser vivida y que todos estamos llamados a ayudarnos mutuamente? El amor, la bondad,l a generosidad, la gratitud, la compasión, la empatía, el sacrificio o el deber ¿Son valores a sustituir o a diluir en aras a nuevos derechos?

¿Qué ocurrirá cuando una persona mayor (porque la vejez es incurable) sienta que es una carga para su familia y sufra por ello?.¿Le aplicamos la eutanasia para que deje de sufrir? No deja de ser sintomático que a un enfermo de ELA que lleva años reclamando más medios para la atención de estos enfermos, solo se hallan puesto en contacto con el para,a través de una asistenta social, "informarle” sobre la ley de eutanasia.

¿Por qué se silencian en los grandes medios de comunicación las voces de organizaciones médicas, de enfermería, de familiares y cuidadores, de asociaciones etc,que están en contra de la ley y que tienen experiencia y argumentos para dar su opinión?.

¿Es normal que se quieran dictaminar nuevas leyes para impedir que personas o asociaciones que están a favor de la vida puedan manifestarse?

¿Por qué tanto interés en devaluar la Religión Católica e incluso la Filosofía del curriculum académico?

Estas preguntas y sobre todo lo que leo y escucho, me han llevado a compartirlo con vosotros porque creo que todos debemos aportar nuestro granito de arena para que los valores evángelicos sigan siendo referente moral y modelador de la buena y recta conciencia.

“Estais en el mundo pero no sois del mundo” dice Jesús.

Carmen Sánchez(cov Betania)