UN SAN ROQUE SIN PROCESIÓN
Un día de San Roque sin procesión. Los pontevedreses vivieron ayer un fin de fiesta sin una de las tradiciones más ligadas a esta jornada con la que se despide la semana grande de las fiestas; una suspensión que, señala Javier Porro, párroco de Santa María, "es una más de las renuncias que se piden a los fieles" para cumplir los protocolos ligados a la pandemia. Este fin de semana obligaron a incrementar el número de misas para garantizar que la basílica y la capilla de San Roque no superasen el 75% del aforo.
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Doce voluntarios colaboraron en la organización del fin de semana festivo, dedicado a la Asunción de la Virgen, San Roque y San Sebastián en el que se celebraron las misas de Primeras Comuniones.
Durante la jornada de ayer se oficiaron dos misas de mañana en la capilla del santo y posteriormente se celebraron otras dos de mañana en la basílica, una de ellas con intérprete de lengua de signos. Se repitieron durante la tarde "para descongestionar" los dos templos, señala el sacerdote, que recuerda que los bancos, sillas y en general el material empleado es desinfectado tras cada uso.
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También hubo que establecer distancias entre los asientos "salvo para los que conviven juntos en la misma casa", añade. Un banco no puede estar ocupado por más de 3 fieles "y todos por supuesto han de utilizar mascarilla y presenciar la misa sentados, no de pie".
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La parroquia destaca que "tanto en la novena extraordinaria como en las celebraciones" de ayer, se ha querido prestar "una especial atención a San Sebastián, copatrono de la ciudad. A él viene tributando Pontevedra, cada 20 de enero desde 1515, el Voto de la Ciudad, por haberla librado entonces de la peste".
Recuerdan desde la basílica que "la Tabla de Ceremonias del Concejo señala cómo las autoridades civiles y eclesiásticas recogían, cada 16 de agosto por la mañana, la imagen de San Sebastián, con su anda, a las puertas de la iglesia parroquial de San Bartolomé "el viejo", yendo desde allí en procesión a la Capilla de San Roque, sumándose entonces la talla de este santo a la comitiva y desplazándose luego hasta Santa María la Mayor para celebrar la misa principal del día, juntando a sus dos benefactores".
Así es que ambas imágenes volvieron a juntarse bajo el templo, en el que este fin de semana el escritor Rodrigo Cota leyó la invocación a San Roque y San Sebastián, a los que pidió ayuda "para seguir aguantando este pequeño calvario hasta que la ciencia encuentre una solución". Especialmente, recordó las grandes dificultades que afronta el sector creativo y cultural, uno de los motores económicos de la ciudad.
Así es que ambas imágenes volvieron a juntarse bajo el templo, en el que este fin de semana el escritor Rodrigo Cota leyó la invocación a San Roque y San Sebastián, a los que pidió ayuda "para seguir aguantando este pequeño calvario hasta que la ciencia encuentre una solución". Especialmente, recordó las grandes dificultades que afronta el sector creativo y cultural, uno de los motores económicos de la ciudad.
FUENTE: FARO DE VIGO