Teniendo en cuenta que la situación parecía que iba alargarse, desde el principio en nuestra parroquia, al igual que estará ocurriendo en muchas otras, decidimos buscar alternativas. Pensando en lo mejor para los niños/as, creímos que sería muy conveniente que intentaran seguir, en la medida de lo posible, con sus actividades cotidianas y entre ellas estaba también la catequesis. Ante circunstancias nuevas tocaban actuaciones nuevas, el modo de hacerlo iba a cambiar; pero no el fin. Fue entonces cuando pensamos en una “Catequesis Virtual”, para que los niños/as continuaran recibiendo una formación espiritual, de la manera “más natural posible”, sin olvidarnos de la situación que todos estamos viviendo.
En el caso de la Catequesis Virtual de 1ª Comunión, pretendemos que los niños/as se sigan preparando y de este modo en el momento en que sea posible puedan recibir el Sacramento de la Reconciliación y el de la Comunión. Cada día, de lunes a viernes, enviamos a las familias un vídeo de unos 4 minutos de duración (son muy divertidos, amenos y sencillos); después de que los niños/as los vean, les pedimos que a través de un whatsApp de texto, audio o vídeo nos hagan alguna breve reflexión, qué han entendido o qué les ha parecido cada vídeo. La verdad es que nos están llegando reflexiones muy interesantes. Todo esto lo hacemos de una manera muy flexible, adaptándonos a las circunstancias de cada familia y entendiendo siempre las situaciones de cada uno.
Y los fines de semana continuamos con esta Catequesis Virtual, pero ya de un modo más personalizado, bien sea a través de una llamada, un audio o una videollamada de whatsApp las catequistas nos ponemos en contacto con los niños/as. En mi caso, por ejemplo, los convoco el sábado por la tarde y los que pueden quedamos para hacer una videollamada el domingo por la mañana. Hacemos grupos de tres en tres y la verdad es que este ratito del domingo se ha convertido en un momento muy agradable. Son 10-15 minutillos, pero nos da tiempo de comentar qué tal estamos, qué tal nos ha ido la semana, cómo lo llevamos, si tenemos alguna preocupación, revisamos alguno de los aspectos que hemos visto en los vídeos de catequesis, realizamos una acción de gracias y una petición cada uno y nos despedimos siempre con un Padrenuestro.
Nos ha ocurrido algo muy gracioso, en cada Eucaristía cuando rezamos el Padrenuestro siempre lo hacemos cogidos de la mano y ahora cuando lo rezamos, en la videollamada, todos colocamos nuestras manos en alto, intentando tocar la pantalla del teléfono; lo hacemos como gesto de unión, es como que queremos tocarnos las manos, aunque sea de un modo virtual. Significa que seguimos unidos en Cristo y esto me parece algo muy bonito. El objetivo principal de esta Catequesis Virtual es que las familias y principalmente los niños/as sepan que estamos aquí para lo que necesiten. Que estamos unidos y que puedan seguir sintiéndose en comunidad, aunque sea de forma virtual.
Tras varias semanas, percibimos el agradecimiento de muchas familias, algunas nos comentan que a los niños/as les gusta seguir recibiendo su catequesis, ahora de un modo virtual; ya que les entretiene, les hace gracia y les divierte la forma en la que lo hemos organizado y que este ratito del fin de semana se convierte en algo diferente en su rutina del día a día. Todo esto nos anima a seguir.
Antes de terminar me gustaría despedirme dándole un aplauso a todos nuestros niños/as y jóvenes de la catequesis, porque lo están haciendo muy bien y están siendo unos verdaderos héroes y heroínas; así que mi aplauso de corazón para todos ellos, desde los de 1º hasta los de 10º.
Un beso y un gran arcoíris para todos. Pronto nos veremos.
Pili Iglesias
