La Parroquia de Santa María la Mayor de Pontevedra cuenta con su propio equipo de decoración y ornamentación litúrgica, que desde hace muchos años se viene encargando de ornamentar la Real Basílica y la Capilla de San Roque en sus más variados aspectos: desde los adornos florales que se acomodan en cada uno de los altares laterales así como en el principal en el presbiterio, hasta la colocación y cuidado de los distintos manteles, alfombras, candelabros que mejor correspondan según el tipo de celebración litúrgica.
Las flores son, precisamente, uno de los ámbitos en los que mayor esfuerzo vuelca este grupo, para engalanar nuestros distintos locales parroquiales, tanto en las solemnidades, como en la celebración de los matrimonios, confirmaciones, primeras comuniones... tratando siempre de combinar buen gusto y tratar de convertir a la Basílica y a la Capilla de San Roque en espacios acogedores, orientados hacia la oración. Por ello se busca siempre el equilibrio, evitando tanto la sobreabundancia de flores -para que no se despiste la atención sobre el verdadero significado de estos lugares y de los sacramentos que en ellos se celebran- como la ausencia total de las mismas -para no ofrecer una falsa impresión de desaliño, abandono o despreocupación-.
Traemos a colación las palabras de uno de nuestros párrocos, D. Javier, publicadas en el número 28 de la publicación Pedras Vivas:
"Es importante cuidar y mantener nuestra iglesia parroquial, no sólo por tratarse de una obra de arte, sino para que cumpla el fin para el que fue construida: Un espacio sagrado en el que la comunidad cristiana se reúne, celebra la liturgia y los sacramentos y está habitada por Jesucristo en la reserva eucarística que se custodia en el sagrario. Ver una iglesia sucia, mal cuidada o en ruinas, es algo muy doloroso, ya que en el fondo es expresión de la indiferencia de los hombres hacia Dios".
Volviendo al trabajo del equipo de ornamentación, el hecho de que al ser el verano la época del año en la que más matrimonios se suelen celebrar, mantiene la actividad de este equipo sin descanso durante todo el año, ni siquiera en época estival, momento en el que mayor labor se le acumula.
Desde este equipo, que actualmente coordina Carmen Pérez, animan a todas las personas a participar, por ser una forma distinta y original de colaborar con la Comunidad Parroquial.