Acogida espiritual de Peregrinos y Turistas

La alegría de acoger 

La intercesión que llevan a cabo voluntarios del Equipo de Acogida seguirá hasta el 12 de octubre

Redacción y fotografías: Club de Prensa y Comunicación

 

Además de sellar compostelas y atender preguntas, el Equipo de Acogida de nuestra parroquia ofrece algo más: acogida espiritual. 

Esta labor, que comenzó en agosto y continuará hasta el 12 de octubre, permite que muchas personas encuentren no solo información, sino también escucha, comprensión oración y encuentro con Dios. Hasta 40 personas diarias se beneficiaron de la intercesión durante el mes de agosto, que se lleva a cabo de esta manera:
Al llegar a la Basílica, cada peregrino, turista o persona interesada puede escribir en un papel su intención: una petición, un mensaje de agradecimiento o un deseo. Este gesto sencillo abre la puerta a la intercesión que realizará después un voluntario, que se acerca y acompaña en la oración, convirtiéndose en un enlace que une a la persona con Dios. 
Al finalizar la experiencia, cada peregrino puede tomar un versículo de la Palabra de una cesta preparada previamente.  

Maribel Fernández, voluntaria, comparte lo que significa para ella esta experiencia: “La intercesión es algo que no se puede explicar con palabras. Es algo se siente de forma muy profunda. Llega mucha gente necesitada de Dios: algunos no saben orar,otros atraviesan situaciones muy difíciles...

Lo único que puedo hacer es rezar por ellos, ponerlos en manos del Señor y pedir que guíe sus pasos por el camino del bien. A veces reímos y lloramos juntos, porque lo que comparten te toca el corazón. 

Como voluntaria no puedo arreglar el mundo ni cambiar ciertas circunstancias, pero sí puedo acompañar, escuchar y presentar a cada persona al Señor. Aunque pasemos solo un par de horas al día, siempre me queda la sensación de que faltó tiempo… tiempo para hablar más, para ayudar más, para llevar a más gente hasta Dios. Pero me quedo con lo bueno: si con este ratito puedo ayudar, aunque solo sea a dos o tres personas a acercarse al Señor, pues mira... ¡gloria a Dios!”

Gracias al Equipo de Acogida, nuestra parroquia puede ofrecer un espacio donde cada persona puede tener experiencia de Dios.