Todos tenemos familia, amigos, compañeros que nos acompañan en los buenos y malos momentos; unos comparten tu fe, otros no o la viven de una manera diferente a la tuya, los tienes a tu lado, te consuelan lo mejor que pueden y con todo cariño, pero en estos momentos de tristeza por la muerte de mi marido, solo encuentro paz en la oración y sé con certeza que, sin necesidad de pedirlo, la comunidad parroquial reza por mí y por el alma de mi marido. Con su afecto y sus oraciones me muestran el amor de Dios.
No tengo palabras para expresar cómo la parroquia se ha volcado conmigo y con mi familia. Es por esto que os animo a vivir nuestra fe en comunidad, no seamos meros “consumidores” de Sacramentos, participemos de lo mucho que la parroquia nos ofrece para crecer en el camino de la fe y la salvación, colaboremos con el don o dones con los que el Señor nos ha bendecido, demos un poco de nuestro tiempo y Él nos devolverá el ciento por uno.
Gracias de todo corazón.
“Nosotros, siendo muchos, somos un solo cuerpo en Cristo” (Romanos 12,5)
Carmen Sánchez
No tengo palabras para expresar cómo la parroquia se ha volcado conmigo y con mi familia. Es por esto que os animo a vivir nuestra fe en comunidad, no seamos meros “consumidores” de Sacramentos, participemos de lo mucho que la parroquia nos ofrece para crecer en el camino de la fe y la salvación, colaboremos con el don o dones con los que el Señor nos ha bendecido, demos un poco de nuestro tiempo y Él nos devolverá el ciento por uno.
Gracias de todo corazón.
“Nosotros, siendo muchos, somos un solo cuerpo en Cristo” (Romanos 12,5)
Carmen Sánchez