"Nuestra preocupación no debe ser tanto lo que no podemos hacer cuanto fijarnos en lo que podemos hacer. Es momento para redescubrir el hogar como iglesia doméstica en la que rezar juntos, leer la Palabra de Dios, hacer la catequesis familiar, hablar con sosiego y mostrar que somos capaces de ternura, una actitud que se desea siempre y que se obtiene algunas veces."
Estas palabras nos dirigía nuestro Arzobispo, Don Julián, hace unos días, el Delegado de Apostolado Seglar, se quedó meditando sobre esto, ¿Quieres saber qué se le ocurrió? Pues mira el siguiente vídeo.
Pues ya sabes, a compartir tu experiencia, quién sabe a quién puedes ayudar con tu forma de vivirla.
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