Estamos en
Adviento que,como sabemos, es tiempo de espera en la venida del Señor que se
hace niño.
Jesús vino a
nosotros humildemente, pobre entre los pobres, sin anuncios ni aspavientos. Y ¿
quienes fueron los primeros que oyeron el anuncio? : otros pobres, humildes y
sencillos que no dudaron en ir a adorarle.
Nosotros, que
recibimos ese anuncio rodeados de luces, ruido, prisas, estrés...¿ no podríamos
aprovechar este tiempo de espera para dedicar, al menos cada día, un tiempo,
aunque sea pequeño, a prepararnos para acoger el mejor regalo que un católico
pueda recibir?
Por que ¿ qué es
la Navidad sino el Amor que Dios Padre siente por nosotros que nos entrega a su
Hijo para redimirnos de nuestros pecados y alcanzar la salvación?
Un rato de
silencio, una lectura reposada de algunos de los preciosos textos de Adviento,
pequeños momentos de meditación, seguro que nos ayudan a prepararnos para
recibir a Jesús en nuestros corazones como Él se merece.
¿ He olvidado o
dejado en segundo plano cual es el sentido de la Navidad ?
Pidamos a la
Virgen María, ejemplo de sencillez y humildad, que nos acompañe en este tiempo
de espera
Carmen ( COV
Betania )
Recuerda que como todos los jueves Jesús te espera en la Basílica, durante todo el día. ¡Acércate!