El sacerdote y periodista Mons. Alberto Cuevas Fernández nos ofrece una reflexión donde clarifica como los cristianos debemos honrar a los difuntos, según lo que aconseja a sus miembros la madre Iglesia. Está publicada en el diario “Faro de Vigo” del domingo 31 de octubre, y nosotros nos hacemos eco aquí:
HONRAR A LOS DIFUNTOS
Es el modo generoso y agradecido de seguir viviendo, tras su tránsito, el cuarto mandamiento del decálogo. Y este mes de noviembre dedicado tradicionalmente a la reflexión sobre las postrimerías de la existencia humana, nos ofrece en bandeja la ocasión de clarificar, al menos a quienes se consideren cristianos, la adecuada conducta que se nos reclama ante la muerte de un ser querido. Y es que con excesiva frecuencia constato apenado que ni siquiera los que se creen mejor formados están siendo ejemplo a seguir y modelos a imitar. Ahí va, pues, de manera sucinta el modo de hacer las cosas como lo aconseja a sus miembros la madre Iglesia en tales situaciones.