¡¡¡COMO VIVIR LA CUARESMA!!!


1º)  Buscar el encuentro con Dios en el desierto a través de la ORACIÓN. ¡Hacer silencio exterior e interior! ¡Buscar un lugar tranquilo y retirado para meditar y orar! La iglesia debe ser un espacio de desierto por lo que es importante favorecer el clima de recogimiento especialmente antes y después de cualquier celebración. Hay que evitar charlas innecesarias para respetar el lugar y favorecer a los que quieren orar. Es mejor esperarse fuera del templo y charlar o dar recados en el exterior.



2º) El AYUNO, que nos invita a redescubrir lo esencial en nuestra vida. Es importante saber privarse de lo accesorio y saber que tenemos límites.


DÍAS PENITENCIALES.

 

Todos los fieles estamos llamados a hacer penitencia, cada uno a su modo. Para que todos nos unamos en alguna práctica común se han fijado unos días penitenciales en los que nos dedicamos especialmente a la oración, obras de caridad, cumplir con mayor fidelidad las propias obligaciones y observar el ayuno y la abstinencia.


En la Iglesia universal son días y tiempos penitenciales todos los viernes del año y el tiempo de Cuaresma. Todos los viernes del año, a no ser que coincida con una solemnidad, se guardará la abstinencia de carne o de otro alimento que haya determinado la Conferencia Episcopal.



Son días del AYUNO el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo. Lo debemos vivir desde los 18 hasta los 59 años, pero a partir de los 60 se puede seguir haciendo si se desea.



Son días de ABSTINENCIA de comer carne, además de los anteriores, todos los viernes de cuaresma. Obliga a partir de los 14 años.



3º) La LIMOSNA debe derivar de las dos primeras. Se trata de llegar a ser escandalosamente solidario, sabiendo que la caridad verdadera no está de moda. Pero no olvidemos que nunca debemos fomentar la mendicidad. Una cosa es la limosna, el donativo y la ayuda, y otra es dar dinero en la calle.

Una manera concreta de vivir la limosna es realizando UN LEGADO. En un testamento la familia es lo primero, pero también se puede dejar un bien concreto, una propiedad o una cantidad a Manos Unidas, a Cáritas o a la Parroquia.

Las entidades sin ánimo de lucro no están sujetas al impuesto de sucesiones de manera que la donación íntegra se dedicará a los proyectos de Manos Unidas, a la labor de nuestra Cáritas o a la propia Parroquia. Más información en el Despacho Parroquial.