por Carmen Sánchez
El jueves, 23 de octubre, tuvo lugar un encuentro entre el Papa León XIV y los reyes del Reino Unido.
No es esta la 1ª vez que se produce una visita de estado entre los monarcas británicos y un Papa, pues la fallecida Isabel II tuvo varios encuentros con algunos Papas, pero sí es la primera vez que se reunen para una oración conjunta.

Es, por tanto un hito en las relaciones entre un rey inglés, cabeza de la Iglesia Anglicana, y el Papa, máxima autoridad de la Iglesia Católica para orar juntos.
Recordemos que hace 500 años el rey Enrique VIII se separó de la Iglesia Católica y fundó la Iglesia Anglicana, de la que se proclamó jefe supremo.
Este acontecimiento me lleva a una reflexión sobre la importancia de tender puentes, de unir en lugar de separar, de que es más importante ver lo que nos une que lo que nos separa y en este caso creo que unirse y rezar juntos a Dios para alabar la belleza de su creación y preservarla es un acto que nos recuerda que creemos en un mismo Dios.
Tomemos ejemplo y dejémonos de prejuicios y de menospreciar a los demás. Los caminos y los tiempos del Señor no son los nuestros y en sus manos está el juicio.
“No se lo impidáis: el que no está contra vosotros, está a favor vuestro”(Lucas 9, 50).