Esta mañana, una de las piezas artísticas de nuestra Parroquia depositadas en el Museo de Pontevedra, ha vuelto a la Real Basílica, habiendo quedado instalada de forma provisional en una mesita en el presbiterio, para facilitar que todos puedan verla.
Se trata de una talla de la Asunción de la Virgen, en madera policromada, que formaba parte del antiguo retablo mayor, hasta que el 6 de julio de 1944 fue llevada al Museo Provincial, para su mejor conservación. Tiene 83 centímetros de alto y 40 de ancho, constando en la base la firma de su autor: "Rodeiro Fecit". Se trata del escultor coruñés Francisco Antonio María Rodeiro Permuy (1813-1873), quien tuvo su taller en Compostela. Es prácticamente igual a otra talle del mismo autor, una Santa Filomena, que se puede visitar en la exposición permanente del edificio Castelao; si bien muchas otras suyas adornan las iglesias de nuestra provincia eclesiástica y de Zamora.
La Virgen viste ropajes de tonalidad verde, cubriendo otros azules, el manto rojo y los detalles en dorado. Mientras el verde simboliza la vida y la esperanza, el rojo se emplea en su iconografía para resaltar el sufrimiento y el dolor que supuso para ella presenciar la crucifixión de su divino hijo. El dorado se relaciona con la Gloria y, por tanto, no solamente su ascensión hacia ella, sino que también ayuda a remarcar su condición de madre de Dios. Los motivos florales que adornan sus vestiduras son una referencia a la belleza y a la pureza: ella es la primavera que anuncia a la Tierra nacimiento de una nueva era, en la persona de su Hijo. En su cinturón se destaca el ojo de la providencia, símbolo de la Santísima Trinidad, de la que es hija, madre, esposa, templo y sagrario.